"Toda palabra recuperada es una maravilla".
Pascal Quignard

3.11.13

Comenzamos

Quien escribe se sumerge en la palabra ausente para encontrar algo que aterroriza al lenguaje.
Quien escribe desova.
Se sumerge, se transforma en pez.
Escribir es acechar la palabra que falta. Ir hacia la sombra dentro de nosotros que surge como relieve.
Todo nombre abre la nostalgia.
Toda habla es incompleta dos veces. Porque es adquirida entonces debe atravesar el alarido del nacimiento y porque al signo le falta la cosa.
Todo nombre carece de su cosa. Es ir a buscar una etimología mediante sonidos inverosímiles.
Hacer subir las palabras del fondo de los tiempos.
Trastornar el rostro.
Habla que no nombra sino que convoca para que lo desconocido gire desconocido hacia nosotros.
Retornar al ámbito del despojamiento.
Retornar al ámbito de la desgracia.